Vacunas bajo crucial etapa de pruebas
Ninguno de los países centroamericanos participa en alguno de los estudios que buscan una vacuna contra el virus, SARS-CoV-2, la gran apuesta contra el tiempo para frenar decesos por COVID-19.
Pese a ello, sí existen mecanismos a través de los cuales se espera llegue la inmunización al istmo; de hecho, existen 165 propuestas candidatas para una vacuna, en su mayoría, en etapas tempranas con solo 23 estudios en seres humanos, según el reporte en línea de la OMS, al cierre de edición, el 25 de julio.
“Todos, absolutamente todos, tendrán acceso a la vacuna bajo el modelo de OPS (…) por supuesto, existe un tema de la capacidad de producción de los laboratorios, pero podemos decirle a la región que contará con la vacuna llegado el momento”, indicó el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de ese organismo, Marcos Espinal, en entrevista con Conexión Centroamericana, desde Washington D. C.
El vocero de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recordó que los países de América tienen acceso a las inmunizaciones a través del sistema de compra de la entidad, el cual permite mejores precios y una distribución “justa y equitativa”, subrayó.
A la fecha, existen 165 propuestas candidatas para una vacuna, en su mayoría, en etapas tempranas con solo 23 estudios en seres humanos, según el reporte en línea de la OMS, al cierre de edición, el 25 de julio.
En este momento, las miradas se centran en la inmunización de la Universidad de Oxford y del laboratorio sueco Astrazeneca, la cual mostró seguridad y generación de respuesta inmune, al virus SARS-CoV-2, en la fase II del estudio con 1.077 participantes; ahora, sus investigadores se lanzan a la fase III para medir su eficacia contra el virus, en 47.000 voluntarios.
Hasta ahora, Astrazeneca ha dicho que dará la primera producción de su vacuna a precio de costo.
“Ellos ofrecen una producción de 2 mil millones de dosis con 400 millones de dosis disponibles, para finales de este año; esto es una apuesta muy agresiva —si obtienen la vacuna—”, indicó la directora del Instituto Costarricense de Investigaciones Clínicas, Jessie Orlich, en una conferencia virtual de la Academia Nacional de Ciencia de ese país, en la cual brindó un panorama sobre las inmunizaciones bajo estudio.
Nadie puede prometer fechas
Al estudio de Astrazeneca, se suma la vacuna candidata de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos con la compañía de biotecnología Moderna que, al cierre de edición, mantenía su cronograma para pasar a fase III, el 27 de julio, con 30,000 voluntarios de ese país del norte.
Finalmente, el laboratorio estadounidense Pfizer y la compañía alemana BioNTech anunciaron que su inmunización candidata pasó también a esa tercera fase: reclutarán a 30,000 voluntarios en países, como Estados Unidos, Argentina, Brasil y Alemania.
“Aún, no hay certeza de que las vacunas den inmunidad prolongada, una publicación reciente mostró que pacientes ya recuperados vuelven a presentar la enfermedad —COVID-19—, en semanas o meses (…) No se sabe bien cuántas dosis se ocuparán, no hay ninguna certeza de esto”, alertó la doctora, Orlich, quien agregó que tampoco pueden darse fechas cuando se trata de investigaciones.
Por su parte, el epidemiólogo, Rolando Herrero, director de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas, resaltó que los equipos científicos “están volcados en las investigaciones sobre el SARS-CoV-2 para buscar las soluciones, lo más rápido posible”, dijo el experto, reconocido por formar parte del estudio mundial de la vacuna contra el virus papiloma humano.
En agosto, Herrero se sumará a ese grupo con la presentación de RESPIRA: estudio con 5,000 voluntarios —enfermos y sanos—, el cual medirá el nivel de anticuerpos en el organismo y por cuánto tiempo permanece esa inmunidad, tras una infección por COVID-19; a fin de despejar las dudas sobre posibles reinfecciones con el virus.
Para ello, reclutará a 5,000 voluntarios, entre enfermos y el grupo de control, pacientes atendidos por la Caja Costarricense del Seguro Social de Costa Rica, aliado de este trabajo.
Además, como parte de RESPIRA, se estudiará la forma de transmisión del virus en las familias de los pacientes, rama de la investigación que se llevará adelante en coordinación con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos.